24 de abril de 2013

Ser fuerte es...


¿Qué soy fuerte?...

Eso me he preguntado muchas veces, si en verdad soy tan fuerte, o quizás cuantas veces te lo habrás preguntado tú. 

Si cuento las veces que he caído, las veces que me he tendido que enfrentar una desgracia, un dolor como la perdida de un ser querido o de dos, las veces que he visto derrumbarse me mis sueños, ese algo que un día creí que podía ser mio, o por la veces que he recibido un golpe en el corazón por esa persona en quien deposite mi confianza o las veces que he pensando que ya no existe un mañana para mi. Si cuento todas y cada una de esas situaciones, de esos momentos que me han hecho llorar y perder la fe, diría que no soy fuerte, que me he dejado amilanar por ese sentir. 

Pero, también me tocaría contar las veces que ante esa desgracia, me pude superar, ante esos sueños derrumbados, pude levantar otros nuevos con nuevos oportunidades, que por esos que perdí recibí más de los que mis manos pueden tener, que de esas heridas recibidas hice una experiencia de vida, que me llevo a conocerme mejor, y que ante cada una de estas situaciones de tristeza me aferre como niño a su padre, del mejor calmante para el espíritu,  del Dios que donde terminan mis fuerzas empiezan las de él. 

Entonces si puedo decir que soy... ¡fuerte!

2 comentarios:

  1. en nuestras debilidades ...sabemos que tan fuertes somos! si mil veces tropezamos mil veces nos levantamos!
    bonita reflexion!
    bendiciones Gilda.

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    1. Gracias Lelis, bendiciones también para ti. Y si! En nuestras debilidades, sabemos que tanta fuerza interna tenemos.

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