Es algo con lo que nacemos, desde que estamos en el vientre de nuestra madre confiamos en esa persona que no protegerá de todo lo que nos pueda pasar, al pasar el tiempo la vamos teniendo con las personas más cercanas, aquellas que vemos a diario, o que aún lejos se nos dan a conocer sin tapujos y que a medida que pasa el tiempo nos sentimos cómodos con ella.
Esa confianza que ponemos en esas personas, algunas veces se no vuelve un dolor de cabeza y más cuando por una u otra razón es traicionada, es como una puñalada directa al corazón y pensamos que el mundo dejó de tener sentido y por más intento que queramos hacer para que se recupere, siempre quedan escollos en el camino.
Que nunca esa confianza sea defraudada, porque muy difícilmente es recuperable.
Siempre sé alguien en quien se pueda confiar.
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